lunes, 6 de abril de 2015

Se multiplica la adoración de Satanás


Según el periódico Die Vaderland de Johannesburgo, durante las últimas décadas la cantidad de miembros de la iglesia de Satanás en África del Sur ha aumentado de 20.000 a más de 165.000, un aumento de más de 700 por ciento. Citas de la “Biblia Satánica” que aparecen en una solicitud para ingresar en la “Iglesia” pudieran explicar por qué ciertas personas están interesadas en hacerse miembros. Por ejemplo, una cita declara: “Satanás representa el satisfacerse más bien que el contenerse.” Y otra dice: “Satanás representa todos los llamados pecados, ya que todos llevan a la satisfacción física, mental o emocional.” Según el periódico, los “servicios” de esta iglesia se caracterizan por sacrificios de animales, orgías sexuales y el beber sangre.


“Un error de redacción”


Según una profecía del Libro de Mormón, los indios norteamericanos se harían “blancos y encantadores” si se hacían miembros de la Iglesia Mormona. Los mormones creen que la tez oscura de los indios fue una maldición que Dios pronunció en contra de los antepasados de éstos, la cual sería quitada si se hacían mormones. Pero en 1978 Spencer Kimball, el presidente de la iglesia, “anunció una revelación procedente de Dios,” y la iglesia “desechó una doctrina racial que impedía que los negros ocuparan el puesto de sacerdote,” dice un informe reciente del Times de Nueva York. De modo que ahora, en una nueva edición del Libro de Mormón, en lugar de “blancos y encantadores” el pasaje en cuestión lee “puros y encantadores.” Un oficial de la iglesia dijo que “la palabra ‘blancos’ era un error de redacción y que el Sr. [Joseph] Smith tenía la intención de usar la palabra ‘puros’ en la profecía.”


‘Venta de almas’



Según el periódico sueco Stockholms Tidningen, durante las últimas décadas cierta compañía de Suecia ha examinado minuciosamente registros eclesiásticos, archivos estatales, actas de procesos judiciales, y así por el estilo, para recopilar tantos nombres de difuntos como fuera posible, unos 15 millones de ellos, algunos de los cuales se remontan al siglo XVI. Se han microfilmado los documentos que contienen tales nombres, y los microfilmes se han vendido a los mormones de los Estados Unidos. Para ayudar a que se salven las generaciones de personas muertas, y especialmente sus propios antepasados, los mormones se bautizan en nombre de los difuntos. Se dice que la compañía sueca en cuestión, llamada Recolid, obtuvo casi un millón de dólares en ganancias mediante su productiva ‘venta de almas’.

¿QUIÉNES SON LAS RAMERAS DEL LIBRO REVELACIÓN O APOCALIPSIS 17:5?


En el capítulo 17 de Revelación se simboliza a Babilonia la Grande con una prostituta y una ciudad que tiene sus hijas, las organizaciones que surgen de ella, la organización madre, y que, al depender de ella, sufrirán la misma destrucción.

Reconocemos que Babilonia la Grande es toda la religión falsa. Es “la madre de las rameras” porque todas las religiones falsas del mundo individualmente, entre ellas las muchas sectas de la cristiandad, son como sus hijas, y la imitan al cometer ramería espiritual. Ella es también la madre de las “cosas repugnantes” porque ha dado existencia a prole tan repugnante como la idolatría, el espiritismo, la adivinación, la astrología, la quiromancia, el sacrificio humano, la prostitución en los templos, la borrachera en honor a dioses falsos, y otras prácticas obscenas.
La ramería espiritual es peor aún
 Sin embargo, desde el punto de vista de Dios hay una forma de prostitución que es peor... la ramería espiritual, afirmar que se adora al Dios verdadero cuando en realidad se da adoración y afecto a otros dioses. La Jerusalén antigua fue más allá en su ramería. Dio regalos a las naciones que fornicaron espiritualmente con ella, y contaminó así la adoración verdadera. (Ezequiel 16:34.)
 Hasta en este siglo XX la ramería espiritual es común en el sistema religioso mundano. La cristiandad es la parte más prominente de ese sistema... un sistema llamado por la Biblia “Babilonia la Grande, la madre de las rameras y de las cosas repugnantes de la tierra”. (Revelación 17:5.)

Babilonia la Grande está vestida con “púrpura y escarlata”, los colores de la realeza, y “adornada con oro y piedra preciosa y perlas”. ¡Cuán apropiado! Piense en todos los magníficos edificios, las estatuas y pinturas valiosas, los iconos inestimables y otros objetos religiosos, así como una increíble cantidad de propiedades y dinero en efectivo, que las religiones de este mundo han acumulado. Sea en el Vaticano, en el imperio del evangelismo televisado con su sede en los Estados Unidos, o en los exóticos lugares sagrados y templos del Oriente, Babilonia la Grande ha acumulado —y a veces perdido— riquezas fabulosas.
Como indicación del origen no cristiano de muchas doctrinas, ceremonias y prácticas de la cristiandad apóstata, el cardenal católico romano John Henry Newman, del siglo XIX, escribió lo siguiente en su Essay on the Development of Christian Doctrine (Ensayo sobre el desarrollo de la doctrina cristiana): “El uso de templos, y estos dedicados a santos particulares, y adornados a veces con ramas de árboles; el incienso, las lámparas y las velas; los exvotos por recuperarse de alguna enfermedad; el agua bendita; los asilos; los días y temporadas festivos; el uso de calendarios; procesiones, bendiciones sobre los campos; la vestimenta sacerdotal, la tonsura, el anillo de matrimonio, el volverse hacia el Oriente, las imágenes en fecha posterior, quizás el salmodiar eclesiástico y el kirieleisón [el canto “Señor, ten piedad”], todos son de origen pagano, y santificados por su adopción en la Iglesia”.
En vez de santificar tal idolatría, “Jehová el Todopoderoso” da esta amonestación a los cristianos: “Sálganse de entre ellos, y sepárense [...] y dejen de tocar la cosa inmunda”. (2 Corintios 6:14-18.)
Babilonia la Grande también comete fornicación. Ha sobresalido en hacer cuanto le ha parecido conveniente para obtener influencia y poder sobre los reyes que gobiernan en la Tierra. (1 Timoteo 4:1.)
Hoy día es común ver a clérigos hacer campaña para obtener algún puesto encumbrado en el gobierno, y en algunos países participan en el gobierno, sí, hasta ocupan puestos en gabinetes gubernamentales. En 1988 dos conocidos clérigos protestantes se postularon para la presidencia de los Estados Unidos. Los líderes de Babilonia la Grande aman la popularidad; muchas veces aparecen en fotografías de la prensa pública en asociación con políticos prominentes. En contraste, Jesús evitó mezclarse en la política, y dijo de sus discípulos: “Ellos no son parte del mundo, así como yo no soy parte del mundo”. (Juan 6:15; 17:16; Mateo 4:8-10; véase también Santiago 4:4.)
El 20 de julio de 1933 el Vaticano desplegó su interés en el poder en ascenso del nazismo cuando el cardenal Pacelli (quien después llegó a ser el papa Pío XII) firmó en Roma un concordato entre el Vaticano y la Alemania nazi. Von Papen firmó el documento como representante de Hitler, y Pacelli confirió allí a Von Papen la elevada condecoración papal de la Gran Cruz de la Orden de Pío. En su libro Satan in Top Hat (Satanás en sombrero de copa), Tibor Koeves escribe sobre esto: “El concordato fue una gran victoria para Hitler. Le dio el primer apoyo moral que había recibido del mundo, y de la fuente más ensalzada”. El concordato requería que el Vaticano dejara de apoyar al Partido Central Católico alemán, y así aprobaba el “estado totalitario” de un solo partido de Hitler. Además, su artículo 14 declaró: “El nombramiento de arzobispos, obispos y otros por el estilo se emitirá solo después que el gobernador, instalado por el Reich, se haya asegurado debidamente de que no existen dudas respecto a puntos políticos generales”. Para fines de 1933 (proclamado “Año Santo” por el papa Pío XI), el apoyo del Vaticano se había convertido en un factor importante en el empuje de Hitler hacia la dominación mundial.
Cómodo en el Vaticano, el papa Pío XII dejó que la tremenda matanza de judíos y las crueles persecuciones lanzadas contra los testigos de Jehová y otros siguieran adelante sin crítica de su parte. Es irónico que el papa Juan Pablo II, al visitar a Alemania en mayo de 1987, glorificara la postura antinazi de un sacerdote sincero. ¿Qué hacían los otros miles de miembros del clero alemán durante el reinado de terror de Hitler? Una carta pastoral emitida por los obispos católicos alemanes en septiembre de 1939, al principio de la II Guerra Mundial, nos ilumina sobre este punto. Dice, en parte: “En esta hora decisiva exhortamos a nuestros soldados católicos a cumplir su deber en obediencia al Caudillo y estar dispuestos a sacrificar su entera individualidad. Hacemos un llamado a los Fieles para que se unan en fervientes oraciones para que la Divina Providencia conduzca esta guerra al éxito bendito”.
Japón bajo el sintoísmo suministraba un ejemplo notable de esto. El mayor honor para el soldado japonés adoctrinado era dar la vida por el emperador... el dios supremo del sintoísmo.
Babilonia la Grande, la de hoy día, sigue con vida. Como imperio mundial de la religión falsa, sigue propagando las enseñanzas y el espíritu orgulloso de la Babilonia original. Es el instrumento principal de Satanás para cegar a los pueblos de la Tierra respecto a los propósitos del Reino de Jehová. (2 Corintios 4:3, 4.)
En vez de aclamar el Reino celestial entrante de Cristo, el clero promueve la Sociedad de Naciones hecha por los hombres, a la cual describió como “la expresión política del Reino de Dios en la Tierra”.
La religión de los siglos XX y XXI está muy dispuesta a buscar el favor del mundo, y eso es especialmente cierto de la cristiandad. Su clero no solo no proclama las buenas nuevas del Reino entrante de Jehová, sino que también diluye las enseñanzas morales de la Biblia y aprueba tácitamente la permisividad mundana entre los miembros de sus iglesias. Ni siquiera los clérigos mismos son tan inocentes en cuanto a fornicación carnal, algo que tan rotundamente condenó el apóstol Pablo cuando dijo: “No se extravíen. Ni fornicadores, ni idólatras, ni adúlteros, ni hombres que se tienen para propósitos contranaturales, ni hombres que se acuestan con hombres [...] heredarán el reino de Dios. Y, sin embargo, eso era lo que algunos de ustedes eran. Pero ustedes han sido lavados”. (1 Corintios 6:9-11.)
‘Se revuelcan en el fango’
¿“Han sido lavados” los clérigos de nuestro tiempo? Pues, note, por ejemplo, la situación que existe en Gran Bretaña, que en un tiempo era un baluarte del protestantismo. En noviembre de 1987, mientras la primera ministra de Gran Bretaña pedía al clero que suministrara dirección moral, el rector de una iglesia anglicana decía: “Los homosexuales tienen tanto derecho a su expresión sexual como toda otra persona; debemos buscar lo bueno en ello y estimular a la fidelidad [entre homosexuales]”. Un periódico londinense informó: “Las prácticas homosexuales se hicieron tan comunes en una universidad teológica anglicana que fue necesario que el personal de otra universidad prohibiera a sus estudiantes visitarla”. Un estudio calculó que “puede que más de la mitad de la cantidad total de clérigos de cierto distrito de Londres tienda hacia la homosexualidad”. Y en un sínodo eclesiástico el 95% de los clérigos de la Iglesia Anglicana apoyó una moción que decía que la fornicación y el adulterio eran pecados, pero que no lo eran los actos genitales de homosexualidad; se dijo que los actos homosexuales eran simplemente no alcanzar lo ideal. En un comentario sobre esto, cierto escritor de noticias sugirió que bien pudiera cambiarse el nombre de la Iglesia Anglicana a Sodoma y Gomorra. Otro periódico londinense declaró: “Los británicos han quedado horrorizados al contemplar los resultados de una generación de permisividad”.
 ¡Qué bien describen la situación del clero apóstata a través de los años las palabras del apóstol Pedro: “Les ha sucedido el dicho del proverbio verdadero: ‘El perro ha vuelto a su propio vómito, y la cerda bañada a revolcarse en el fango’”! (2 Pedro 2:22.)
Por toda la cristiandad, y en realidad por todo el mundo, hay un desplome aterrador de los valores morales. Hoy día en algunas sociedades se considera innecesario el matrimonio, y los que están casados creen que la fidelidad marital está fuera de moda. Menos personas legalizan su unión marital, y entre los que lo hacen la proporción de divorcios aumenta vertiginosamente. En los Estados Unidos los divorcios han aumentado a más del triple durante los pasados 25 años, a más de un millón por año. En Gran Bretaña, durante el período de 20 años desde 1965, los divorcios se cuadruplicaron, de 41.000 a 175.000. Las personas solteras prefieren cohabitar con personas solteras de cualquier sexo, y muchas cambian de acompañante constantemente. Se lamentan por las terribles enfermedades transmitidas por contacto sexual —en especial el SIDA— que se difunden rápidamente como resultado de su estilo de vida inmoral, pero persisten en sus degradantes prácticas sexuales. El clero de la cristiandad no ha disciplinado a los miembros de sus iglesias que cometen tales actos. Hasta el grado que han hecho la vista gorda a la inmoralidad, tienen que compartir responsabilidad por esta cosecha lamentable. (Jeremías 5:29-31.)





domingo, 5 de abril de 2015

Testimonio de la madre de Smith



Recientemente la Iglesia Mormona de Utah anunció el descubrimiento de un documento histórico importante... una carta que aparentemente fue escrita por Lucy Mack Smith, madre de Joseph Smith, hijo.
La carta, con fecha del 23 de enero de 1829, fue escrita como un año antes de que Joseph Smith publicara el Libro del Mormón. Lucy Mack Smith escribió a su cuñada: ‘Me complace informarte de una gran obra que el Señor ha efectuado en nuestra familia, pues, mediante sueños, ha dado a conocer sus caminos a Joseph, y Dios se ha complacido en mostrarle dónde puede ir a cavar para conseguir un registro antiguo grabado en tablas de oro puro, las cuales Joseph sabe traducir’.
De acuerdo con Dean Jessee, historiador de la iglesia, la carta “muestra que desde el principio, cuando se iba levantando el telón de la iglesia en 1829, la familia Smith habla y dice las mismas cosas que relata después en sus historias”. Y eso “da testimonio en cuanto a la credibilidad de la historia de Joseph Smith y su madre”, dijo Jessee.
Aunque esta carta tienda a desacreditar la teoría de algunos críticos de que Smith haya escrito el primer libro como una novela y haya alegado después que fue por inspiración, en realidad contribuye muy poco en cuanto a confirmar que el libro sea genuinamente de origen divino. Más importante, la declaración de la madre de Smith no es realmente convincente en vista de la advertencia del apóstol Pablo en Gálatas 1:8: “Pero aunque viniéramos nosotros o viniera del cielo algún ángel para anunciarles el Evangelio de otra manera que lo hemos anunciado, ¡sea maldito!”. (La Nueva Biblia [Latinoamérica].)


¿Quiénes serán evangelizadores?



En  una reunión del Consejo Mundial de Iglesias celebrada hace sesenta años, se instó a los miembros a “llenarse de un espíritu evangelizante” y a enseñar a sus rebaños a “ir a evangelizar”. Un lustro después, el eclesiástico católico John A. O’Brien escribió sobre la necesidad de captar nuevos discípulos “yendo adonde ellos”, y no simplemente “quedándose sentados en casa”. Y en enero de 1994, el papa Juan Pablo II dijo que “no [era] momento para avergonzarse del Evangelio, sino para pregonarlo desde las azoteas”.
Al parecer, estos llamamientos ocasionales pidiendo evangelizadores han caído en oídos sordos. Un artículo del periódico australiano Illawarra Mercury dijo: “Los católicos prominentes de la costa sur no desean dar a su fe un enfoque como el de los testigos de Jehová”. Un hombre afirmó que la evangelización sencillamente “no forma parte de la mentalidad católica”. Otro argumentó: “Está bien que la Iglesia se promocione a sí misma, pero no tocando a las puertas. Tal vez fuera mejor hacerlo a través de las escuelas o por carta”. Incluso el deán de una catedral no estaba muy seguro de cómo interpretar los comentarios del Papa. “Animaremos a la gente a vivir el Evangelio que conoce —dijo—. Que esto signifique hacer visitas a domicilio es otra cosa.” El titular del artículo resumió muy bien la situación: “Los católicos no quieren obedecer el llamamiento del Papa para que se predique”.
Pese al fracaso de la cristiandad en lo que respecta a evangelizar, más de cinco millones de testigos de Jehová obedecen el mandato de Jesús de ‘ir y hacer discípulos de gente de todas las naciones’. (Mateo 28:19, 20; compárese con Hechos 5:42.) Actualmente predican de casa en casa en más de doscientos treinta países. Llevan un mensaje positivo, que realza las magníficas promesas de la Biblia para el futuro. ¿Por qué no habla con ellos la próxima vez que lo visiten?


¿Qué piensa su iglesia acerca de la homosexualidad?



¿Sabe usted con seguridad? ¿Le ha preguntado a su ministro?
Se han efectuado tremendos cambios en las iglesias, incluso cambios en sus puntos de vista sobre la homosexualidad. The Christian Century del 15 de diciembre de 1971 hizo notar:
“Cada vez más sectas ‘principales’ están preparadas para dar la bienvenida a homosexuales como miembros y copartícipes en su vida, tanto en Inglaterra como en los Estados Unidos.”
Se ve, pues, que las preguntas que se hacen aquí son apropiadas. ¿Realmente sabe usted lo que su iglesia piensa acerca de la homosexualidad?
El éxito manifiesto de que han disfrutado las iglesias establecidas especialmente para los homosexuales ha tenido mucho que ver con el cambio en la actitud de las iglesias ‘principales’ para con la homosexualidad. La primera iglesia homosexual se organizó en 1968, pero actualmente se informa que hay 43 congregaciones para homosexuales en 19 estados de los EE. UU. y Londres, ¡con un total internacional de 15.000 miembros! También, hay la sinagoga para homosexuales Beth Chayim Chadashim en California, y el rabino Erwin Herman dice que su “oportunidad es excelente” para ser miembro de la Unión de Congregaciones Hebreas Americanas.
Por supuesto, todavía es cierto que si ciertas iglesias ‘principales’ se enteran de que su ministro es homosexual, pueden removerlo. Pero dicha acción es contraria a la tendencia. Por ejemplo, ya no es la norma en el Seminario Teológico Unión despedir a homosexuales conocidos que estudian para el ministerio. De hecho, en junio de 1972 la Iglesia Unida de Cristo que tiene dos millones de miembros ordenó a un ministro declarado abiertamente homosexual. En la votación, 27 clérigos favorecieron la ordenación, 13 se opusieron.
Con los cambios en mira, algunos líderes religiosos ahora están declarando abiertamente su homosexualidad. Uno de ellos escribió lo siguiente en The Christian Century del 27 de septiembre de 1972:
“Tengo el más alto grado que se puede ganar en la religión; he enseñado a nivel universitario por casi 20 años; y soy ministro ordenado. . . . Prefiero la compañía de hombres... en la cama y fuera de ella.”
¿Le inspira repugnancia esto a usted? Si amamos a Dios y su Palabra inspirada sí nos inspirará repugnancia, pues la Biblia dice: “No te acostarás con un varón como con una mujer; es una abominación.” También, en vez de tratar a los homosexuales como cristianos, el apóstol Pablo declaró: “No se engañen; ni los inmorales . . . ni los homosexuales . . . heredarán el reino de Dios.” Podían llegar a ser cristianos solo después de abandonar los caminos inmorales.—Lev. 18:22; 1 Cor. 6:9, 10, Revised Standard Version.
A pesar de estas escuetas declaraciones bíblicas, muchas iglesias están dando la bienvenida a homosexuales practicantes. De hecho, el Daily News de Washington informó: “Un número creciente de clérigos (tanto homosexuales como heterosexuales) están oficiando en ‘matrimonios’ homosexuales tanto de varones como de hembras.” Considere, como ejemplo, el Globe de Boston del 8 de abril de 1973 que informó:
“Dos varones de Boston que se conocieron mientras estudiaban para el ministerio metodista unido fueron ‘casados’ ayer en la Iglesia Old West de la secta . . . El Rdo. William E. Alperts, pastor, llevó a cabo . . . la ceremonia matrimonial de los homosexuales.”
“Sin embargo,” quizás diga usted, “mi iglesia jamás aprobaría cosa semejante.” Pero, ¿está usted seguro? ¿Sabía usted que muchos líderes de cuerpos religiosos episcopal, presbiteriano, luterano, católico, metodista, bautista y otros aprueban la homosexualidad?
El obispo EPISCOPAL J. Brooke Mosley, presidente del Seminario Teológico Unión de la ciudad de Nueva York, dijo:
“Firmemente creo que una persona orientada homosexualmente puede ser cristiana sana y fiel; y lo que es más, que él o ella puede ser un ministro cristiano dedicado... y algunas de ellas ya lo son.”
En 1970 la Asamblea General 182 de la IGLESIA PRESBITERIANA UNIDA publicó y recomendó para estudio un informe que declaraba:
“Las reflexiones éticas y las actitudes personales de la comunidad cristiana deben ser de tal índole que a las personas homosexuales no se les haga sentir que su preferencia sexual está en conflicto irresoluble con el ser miembros de la confraternidad cristiana.”
También en 1970, en su Quinta Asamblea Bienal, la IGLESIA LUTERANA DE ESTADOS UNIDOS aprobó esta declaración sobre la homosexualidad:
“Las personas que participan de comportamiento homosexual son pecadoras solo como lo son todas las otras personas... alejadas de Dios y del prójimo. . . . Es esencial verlas como personas que tienen derecho a entendimiento y a justicia en la iglesia y la comunidad.”
El sacerdote CATÓLICO ROMANO Henry Fehren, escribiendo en el U.S. Catholic de septiembre de 1972, revista que fue “publicada con aprobación eclesiástica,” dijo:
“Si Dios no aborrece, sino más bien ama, al homosexual con la naturaleza con la cual fue creado nosotros no podemos hacer menos. Y esto significa que tenemos que aceptar al homosexual tal como es. . . .
“El amor homosexual puede ser tan noble, hermoso y santo como el amor heterosexual.”
W. Paul Jones, profesor de la Escuela de Teología Saint Paul METODISTA de Kansas City, Misuri, escribió esto en Pastor Psychology de diciembre de 1970:
“Llegamos a la conclusión de que . . . la relación profunda entre dos miembros del mismo sexo no solo es moralmente permisible sino que ha de buscarse, estimularse, apoyarse y facilitarse con todas las facultades a nuestra disposición. No hay sustituto para tal relación, y no ha de ser privado de ella el homosexual.”
Y en Review and Expositor, primavera de 1971, una revista publicada por la facultad del Seminario Teológico BAUTISTA MERIDIONAL de Louisville, Kentucky, el profesor John H. Boyle dijo:
“Las raíces del pecado no yacen en el acto mismo homosexual. . . .
“Si la Iglesia es fiel a su llamamiento tiene que declarar osadamente que los homosexuales son personas, hechas a la imagen de Dios, por quienes murió Cristo, y que por la gracia de Dios los que no eran pueblo son pueblo de Dios, porque en otro tiempo no habían recibido misericordia pero ahora han recibido misericordia.”
Sí, eminentes líderes religiosos de las iglesias ‘principales’ verdaderamente aprueban la homosexualidad. Han rechazado la Biblia. Como dijo el obispo episcopal Brooke Mosley: “Nuestro entendimiento de la moralidad cristiana ha avanzado mucho más allá de las leyes del Antiguo Testamento . . . y de los edictos de San Pablo.” Si los líderes de las iglesias ‘principales’ dicen cosas semejantes, ¿puede usted realmente saber con certeza que su ministro no opina lo mismo? ¿Por qué no le pregunta?


¿Qué opina su iglesia de los abortos?



El 22 de enero de 1973 el Tribunal Supremo de los Estados Unidos falló a favor de las liberalizadas leyes del aborto. Otros países han emprendido un derrotero similar.
¿Qué opina usted de tales cambios? ¿Cree usted que está bien el destruir a un niño en desarrollo, aunque todavía no ha nacido? ¿Considera su iglesia que está bien hacerlo?
Muchas iglesias consideran que está bien hacerlo. Por ejemplo, en una resolución adoptada el 31 de mayo de 1968 las Iglesias Bautistas Americanas de los EE. UU. instaron a “que se promulgue legislación que estipule: Que la terminación de una preñez . . . sea a petición de los individuos envueltos y se considere como un procedimiento médico electivo.”
También, el Concilio General de la Iglesia Unida del Canadá afirmó “que el aborto está justificado moralmente en ciertas circunstancias médicas, sociales y económicas, y debe ser un asunto privado entre la mujer y su doctor.”
Centenares de clérigos tomaron la delantera al tratar de liberalizar las leyes del aborto. Por ejemplo, se publicó una súplica en el Citizen Patriot de Jackson, Michigan, del 6 de noviembre de 1972 en que se instó votar por la reforma de la ley del aborto. Firmada por 178 clérigos, ésta decía:
“Creemos que el aborto —como la religión— es una decisión personal, y que el Estado no debe impedir el que una mujer siga los dictados de su conciencia.”
Después de la larga lista de los nombres de los clérigos, el periódico decía:
“Los clérigos alistados arriba ocupan posición eclesiástica en 14 sectas cuyos cuerpos nacionales han expedido declaraciones que apoyan la reforma de la ley del aborto.”
Entre las muchas iglesias que respaldan las liberalizadas leyes del aborto están la Iglesia Unida de Cristo, la Iglesia Presbiteriana Unida, la Iglesia Luterana en América y la Iglesia Metodista Unida. El Concilio de Iglesias de la Ciudad de Nueva York, que incluye unas veintitrés sectas, dijo en su periódico Metropolitan Church News:
“Los oficiales y personal del Concilio recibieron con profundo aprecio la noticia del fallo del Tribunal Supremo que favorece los derechos de la mujer para determinar si quiere abortar o no.”
Es cierto, líderes católicos romanos de primer rango expresan desagrado. No obstante, algunos sacerdotes apoyan el aborto. Y el National Catholic Reporter del 15 de septiembre de 1972 dijo: “Cincuenta y seis por ciento de los católicos de la nación, según la más reciente Encuesta Gallup sobre el aborto, cree que la decisión de terminar la preñez debe ser tomada ‘solo por la mujer y su médico.’”
Justificando su fallo revolucionario, el Tribunal Supremo hizo notar que los no nacidos no son “reconocidos en la ley como personas en el sentido completo.” Así el Tribunal permite que se termine con la vida de los no nacidos hasta la vigésima octava semana de preñez.
Sin embargo, la mayoría de los abortos se lleva a cabo antes, por lo general antes de la decimotercera semana de preñez. Y por eso el Tribunal Supremo declaró sin lugar todas las leyes estatales que prohíben o restringen los abortos durante este período de trece semanas. El Tribunal sostiene que tales abortos, para la mujer, son relativamente innocuos.
Pero, por supuesto, el niño en desarrollo dentro de la madre es destruido. ¿De qué se compone realmente el niño no nacido? ¿Es simplemente una indistinguible masa de tejido?
Comentando sobre esto, el Dr. Denis Cavanaugh hizo notar en Ob. Gyn. News [Noticias de la ginecología y obstetricia]:
“Al fin de la segunda semana [de la preñez] empieza la diferenciación de los sistemas cardiovascular y nervioso. Al fin de 6 semanas [que es aproximadamente el tiempo en que una mujer por lo general sabe con certeza que está encinta] todos los órganos internos del ser humano completo están presentes . . .
“Para el fin de la octava semana se ha comenzado a formar el esqueleto, y son evidentes los ojos, los dedos de las manos y los dedos de los pies, de modo que ahora al embrión se le llama feto. . . . Después de la octava semana, no se añaden nuevas estructuras importantes, y el crecimiento adicional se compone de maduración y desarrollo de las estructuras existentes más bien que de la creación de algo nuevo.”
En consecuencia el Dr. P. G. Coffey escribió en el Daily Star de Toronto, Canadá:
“No hay diferencia esencial biológicamente entre un infante no nacido y uno que ha nacido, o si usted quiere un ejemplo específico, entre un feto de dos a tres meses de edad y un bebé recién nacido, con excepción de que uno es más maduro que el otro.”
¡Claro está que el niño en desarrollo que es destruido no es una indistinguible masa de tejido! Algunos niños abortados dentro del período permitido por la ley se mueven y respiran; algunos hasta sobreviven al proceso del aborto. Hizo notar el Times de Nueva York del 1 de febrero de 1972:
“Enfermeras de las salas de partos habían estado acostumbradas a hacer todo esfuerzo concebible por salvar a los bebés, aun los de una a tres libras [aproximadamente de medio kilo a kilo y medio], y descubrieron que a veces estaban abortando bebés más grandes que aquellos que se habían esforzado por salvar. . . . Recientemente un bebé surgió del proceso de aborto todavía vivo.”
¿No se comprende, entonces, por qué el Dr. George C. Manning escribió que el aborto es “asesinato tan ciertamente como es asesinato el voluntariosamente apagar el calor de la incubadora de un bebé prematuro de 1 12 libras”? Algunas personas se preocupan de cuál sea el siguiente paso posible. Como preguntó sir John Peel, presidente del Colegio Real de Tocólogos y Ginecólogos:
“Si la sociedad aprueba la destrucción de la vida por un conjunto de circunstancias por lo que alega ser el bien de la sociedad, ¿por qué no debería aprobar el infanticidio del niño recién nacido anormal, del mentalmente defectuoso, del delincuente, del incurable, del senil?”
¿Podría usted aprobar el matar a un infante recién nacido impotente? Pero ¿no es igual de incorrecto el matar a un bebé antes que nazca? Según la ley de Dios dada por medio de Moisés, se consideraba el embrión o feto humano como una vida, y la ley de Dios protegía esa vida. (Éxo. 21:22, 23) ¿No deberíamos nosotros tener consideración similar a los no nacidos? Sin embargo muchas, muchas religiones asumen una posición contraria a lo que dice la Palabra de Dios. ¿Qué posición ha asumido su iglesia?

Cuando el Tribunal Supremo de los EE. UU. aprobó los abortos que matarían a infantes, muchas iglesias aplaudieron el fallo. ¿Qué cree usted que Dios piensa de esas iglesias?


¿Qué lleva a tantas personas a hacerse testigos de Jehová?


En muchos países la gente está haciendo precisamente eso. Por ejemplo, en Bolonia, Italia, las autoridades eclesiásticas, con la aprobación del papa, celebraron un congreso para estudiar la manera de combatir el éxito de los testigos de Jehová. La Iglesia Católica levantó un “clamor de alarma”, según el periódico La Repubblica, porque cada año diez mil católicos se hacen testigos de Jehová.
El jesuita Giusseppe De Rosa dijo que “desde el punto de vista religioso los más peligrosos son los testigos de Jehová. Vienen completamente adiestrados; siempre tienen la Biblia en la mano”.
En un artículo de fondo que trataba específicamente de los testigos de Jehová, la revista jesuita La Civiltá Cattolica del 18 de febrero de 1984 dijo:
“La primera razón para la difusión de este movimiento está en las técnicas de propaganda [es decir, en la predicación]. Por una parte la obra es esmerada, efectuada de casa en casa por personas a quienes se adiestra escrupulosamente en esta obra, y que están profundamente convencidas [...]
”La segunda razón del éxito de los TJ es la fuerza de atracción del mensaje jehovista, porque puede satisfacer las necesidades, demandas y expectativas de la gente de nuestro tiempo. Ante todo, satisface la necesidad de certezas, algo que se aprecia mucho en un tiempo en que todo es dudoso e inestable. [...] Sobre todo, es una revelación absolutamente segura del futuro, y, por lo tanto, todos los que la aceptan experimentan liberación de todo temor y ansiedad y pueden enfrentarse al futuro con gozo, con la seguridad de que sobrevivirán a la destrucción que le traerá el tremendo día de juicio de Dios a un mundo inicuo, para vivir en felicidad eterna en la Tierra. En segundo lugar, el mensaje jehovista ayuda a vencer la inquietud del individuo frente a los ayes de este mundo, al anunciar que dentro de poco tendrá fin la situación insoportable de hoy día, y que pronto, por lo tanto, habrá una nueva era, nacerá un nuevo mundo del cual serán eliminados todos los inicuos que ahora triunfan. [...]
”La tercera razón del éxito de los TJ es que ese movimiento da a sus miembros una identidad precisa y fuerte, y es un lugar donde se les acoge con afecto y un sentido de hermandad y solidaridad”.
El documento del Vaticano analizó las necesidades de la gente en la actualidad, y la cita anterior tomada de la revista jesuita La Civiltá Cattolica mostró que el mensaje de los testigos de Jehová es lo que satisface esas necesidades. Esto lo muestra también el escritor católico Vittorio Messori en su libro reciente Scommessa sulla morte (Una apuesta sobre la muerte), en el cual escribe:
“Pone a uno a pensar el darse cuenta de que una de estas sectas apocalípticas —los testigos de Jehová— es la confesión o religión que más rápidamente crece en el mundo. Está entre las religiones que más se practican en muchos países [...] y quizás está en primer lugar en lo que se refiere a fervor, celo, activismo, capacidad para hacer prosélitos.
”Y su presencia, cada vez más acentuada, no se limita a países de tradición cristiana, sino que alcanza al mundo entero, donde, en el nombre de Jehová, y en poco tiempo, obtienen resultados que suelen ser superiores a los de misioneros católicos, protestantes y ortodoxos que han trabajado por siglos.
”Esta impresionante fuerza expansiva se les hace incomprensible solo a los que no quieren admitir que [...] evidentemente el modo como entienden la Biblia los testigos de Jehová satisface verdaderas necesidades que otras teologías ya no satisfacen.
”No se puede evitar la cuestión insinuando que los Testigos prosperan porque asustan a la gente. Sucede precisamente lo contrario: A diferencia de las iglesias ‘oficiales’, niegan la existencia del infierno, y predican aniquilación, desaparición definitiva después de la muerte, para los inicuos e incrédulos. Quizás esa sea una perspectiva desagradable; pero ciertamente asusta menos que la amenaza de dolores terribles por toda la eternidad”.
Sí, el Dios de los testigos de Jehová es un Dios amoroso, no uno que aterrorice a la gente.
La siguiente cita es de la revista católica Mondo erre de marzo de 1986: “Debe decirse que los testigos de Jehová son los primeros que viven la fe que predican: No se encolerizan, no fuman, no acumulan riquezas, se mantienen fuera de las discusiones políticas, [...] pagan los impuestos, viven una vida virtuosa y honrada, son felices y serviciales. Todo esto ha hecho que la gente los aprecie”.
Entrevistas de personas que abandonaron el catolicismo
Es interesante considerar algunos relatos de primera mano que muestran por qué dos ex católicos escogieron otra religión.
Rosanna C., una joven casada que vive en la provincia de Parma (en el norte de Italia), dice:
“Tuve una infancia tranquila. Recibí mucho afecto de mis padres y una educación católica normal. Durante la adolescencia desarrollé un deseo que es común entre mucha gente joven: quise hacerme útil a Dios y servirle. Este deseo se intensificó cuando leí un ejemplar del Evangelio que compré en un quiosco de libros. Nunca antes lo había leído. Lo que leí me hizo amar a Jesús. Me di cuenta de que él tenía un mensaje de esperanza para la humanidad, aunque yo no podía entender su significado. También me di cuenta de que sus discípulos tienen que mostrar profundo amor a Dios y a su semejante”.
¡Despertad!: ¿Le satisfacía la manera como practicaba su religión?
Rosanna: En realidad, no. Cuando tenía 17 años enseñé catecismo a niños de 10 a 12 años de edad. Como miembro de un grupo juvenil de la Acción Católica participé en reuniones y meditación espiritual. En sentido religioso me hallaba muy ocupada. Pero había dos cosas que no me gustaban. La Biblia, el libro que tanto respetaba yo, nunca se examinaba, y en el grupo al que yo pertenecía no había verdadero amor altruista ni unidad. Pero eso no era todo. Me preocupaba el hecho de que el grupo aceptaba y tenía en alta estima a un sodomita y a una lesbiana. Cierta tarde no pude contenerme y me puse a llorar.
¡Despertad!: ¿Se le hizo fácil hacerse testigo de Jehová?
Rosanna: ¡De ninguna manera! Al principio, cuando mis padres empezaron a recibir visitas de los testigos de Jehová, no quise escuchar. Sin embargo, después, impresionada por los buenos modales de los Testigos, decidí conocerlos y participé en una consideración de asuntos bíblicos con ellos. Esto fue decisivo para mí. Lo que más me impresionó fue el hecho de que para cada objeción que yo presentaba ellos me daban una respuesta clara tomada de la Biblia.
¡Despertad!: ¿Pidió usted consejo a algún sacerdote después de aquella conversación?
Rosanna: Sí, a varios, y a una monja. Ellos no estaban muy interesados en ayudar a una ‘oveja perdida’. Después de un estudio cuidadoso de la Biblia, simbolicé mi dedicación a Jehová por bautismo en agua en 1977.
Claudio C., de 30 años, de Isernia (en el centro de Italia), dijo:
“A los diez años de edad entré voluntariamente en un seminario de los frailes capuchinos. Deseaba servir a Dios como misionero. La vida de seminarista tenía sus problemas debido a ciertas situaciones que existían en el seminario; pero lo que realmente me perturbó fue que mis superiores rehusaron darme un ejemplar de la Biblia, a pesar de mis grandes deseos de leerla. Me preocupé todavía más cuando un sacerdote nos dijo que el hombre había llegado a existir por evolución. Me di cuenta de que no podía alcanzar mi meta de servir a Dios en el seminario, de modo que lo abandoné a la edad de 15 años”.
¡Despertad!: ¿Cómo se puso en comunicación con los testigos de Jehová?
Claudio: Ellos llegaron a mi casa. Recuerdo que les hice preguntas directas, y me dieron respuestas directas y precisas. Me dejaron dos libros: ¿Llegó a existir el hombre por evolución, o por creación? y ¿Es la Biblia realmente la Palabra de Dios? Los leí y me di cuenta de que la teoría de la evolución no tiene fundamento, y de que las Escrituras han sido inspiradas por Dios. Mi hermano había empezado a buscar conmigo la verdad, y ambos nos preguntábamos si acaso los Testigos en realidad eran los representantes del cristianismo verdadero. Teníamos que examinar más cuidadosamente sus doctrinas.
¡Despertad!: Entonces, ¿qué hicieron?
Claudio: Conversamos con tres sacerdotes y con ministros de varias religiones protestantes. Después de investigar cuidadosamente, quedamos convencidos de que los testigos de Jehová eran quienes realmente ayudaban a la gente a entender la Biblia. Nos bautizamos como testigos de Jehová, y finalmente he logrado la meta de mi niñez de servir a Dios.
¿Está usted dispuesto a comparar sus puntos de vista religiosos con la Biblia, la Palabra de Dios? ¿Tiene el valor de hacer eso con mente abierta?


¿Qué les sucederá a las iglesias?... cómo le afecta


Para entender lo que les sucederá a las iglesias, usted primero tiene que comprender por qué se encuentran en tal confusión hoy. La razón básica que da la Biblia es ésta: “¡Miren! ellos han rechazado la mismísima palabra de Jehová, y ¿qué sabiduría tienen?”—Jer. 8:9.
¿Confiaría usted en los garabatos de un nene como un mapa de carreteras para efectuar un viaje peligroso en vez de un mapa preparado por las autoridades de caminos? Usted sabe que se perdería si hiciera eso. Las iglesias han hecho esto con la Biblia. Han abandonado la guía del Creador infalible del hombre y se han dirigido a las ideas de hombres imperfectos, pecaminosos. De modo que ahora las iglesias están perdidas.
Dios inspiró la Biblia como guía para el hombre. Esta nos dice la verdad acerca del Creador, quién es y cuáles son sus propósitos para con el hombre y la Tierra. Se nos asegura: “Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa para enseñar, para censurar, para rectificar las cosas, para disciplinar en justicia, para que el hombre de Dios sea enteramente competente, completamente equipado para toda buena obra.”—2 Tim. 3:16, 17.
El apóstol Pablo apreció la Palabra de Dios, y dijo: “Cuando ustedes recibieron la palabra de Dios, que oyeron de parte de nosotros, la aceptaron, no como palabra de hombres, sino, como lo que verdaderamente es, como palabra de Dios, la cual también está obrando en ustedes los creyentes.” (1 Tes. 2:13) Para salvaguardar a compañeros creyentes, Pablo advirtió: “‘No ir más allá de las cosas que están escritas,’ a fin de que no se hinchen individualmente a favor del uno contra el otro.”—1 Cor. 4:6.
Abandonando la Palabra de Dios
El clero de las iglesias de la cristiandad por lo general no tiene esa actitud para con la Biblia hoy día. Aumenta el número de clérigos que no la aceptan como la Palabra de Dios. Note solo unos cuantos de muchos de esos informes acerca de su verdadera actitud:
El clérigo metodista Robert Anders, de los Estados Unidos: “La Biblia es la mayor colección de mitología en la historia de la civilización occidental.”—Revista Time.
“La principal Iglesia Presbiteriana de los Estados Unidos ha rechazado la doctrina tradicional de que la Biblia es infalible.”—Daily Telegraph, Sydney, Australia.
El deán Rosco Brong, del Colegio Bautista de Lexington, Kentucky: “Las iglesias bautistas están siendo invadidas y su testimonio destruido por un diluvio de infieles que se disfrazan de ministros que son vertidos de los colegios y seminarios modernistas... predicadores infieles que niegan la Biblia, que se sirven a sí mismos en vez de servir a Cristo.”—Ashland Avenue Baptist, Lexington, Kentucky.
Eso representa la tendencia general de hoy entre los clérigos. Aun el Reader’s Digest reconoció esto, al decir: “Hoy muchos de los líderes principales de la iglesia —especialmente en las que se llaman las sectas de la ‘corriente principal’— les están fallando penosamente a sus miembros de dos maneras: 1) sucumbiendo a una tendencia furtiva a rebajar el valor de la Biblia como la Palabra infalible de Dios y 2) por los esfuerzos por cambiar el empuje principal de la iglesia de lo espiritual a lo seglar.”
Matando la creencia en Dios
Al matar la Biblia a los ojos de la gente, el clero ha ayudado a matar la creencia en Dios. Muchas personas razonan que si la Biblia no es la guía de Dios para el hombre, y las iglesias se hallan en tan grande confusión, entonces quizás Dios no exista. Aun el teólogo católico holandés Edward Schillebeeckx reconoció, según informó el semanario alemán Stern, lo siguiente: “Dios ha sido borrado por el cuadro que las iglesias han pintado de él por muy, muy largo tiempo.”
Dios también ha sido “borrado” de la mente de muchos de los que se suponía que enseñaran a la gente acerca de él... el clero. En una encuesta de clérigos efectuada por la revista McCall’s, se reveló lo siguiente: “Una cantidad considerable rechazaba del todo la idea de un Dios personal.”
Aunque el matar así la Biblia y la creencia en Dios por el clero ha cobrado velocidad en años recientes, realmente no es nuevo. El Colonist de Victoria, Colombia Británica, declaró: “Las llamadas ideas modernas acerca de la Biblia se han enseñado a todo estudiante de teología anglicano y de la Iglesia Unida desde 1920.” Esto aplica a estudiantes de prácticamente todo seminario del mundo. En consecuencia, el comentarista Louis Cassels, en un despacho de Prensa Unida Internacional, dijo:
“La gente acude a la iglesia, y especialmente a sus ministros ordenados, para que éstos les ayuden a encontrar su camino hacia una fe en Dios que sea viva, renovadora y transformadora. Pero, ¿cómo puede un pastor dirigir a ninguna otra persona a esa fe si él mismo no la tiene, como lo confiesa privadamente que no la tiene una cantidad considerable de ministros jóvenes (y algunos no tan jóvenes)?”
Cassels también dijo: “Mientras más famoso sea el seminario, más corrosivo puede ser el ambiente de escepticismo que prevalezca en su facultad y cuerpo estudiantil.”
¿Qué hay de su clérigo?
¿Le ha enseñado su clérigo la Palabra de Dios? ¿Ha aprendido usted de él las respuestas de la Biblia a preguntas vitales como éstas: ¿Por qué muere el hombre? ¿Dónde están los muertos? ¿Por qué ha permitido Dios por tanto tiempo la iniquidad? ¿Cuál es el remedio de Dios para las dificultades de este mundo? ¿Qué encierra el futuro para usted?
Es verdad que su clérigo quizás diga que respeta la Biblia. Hasta quizás cite de ella. Pero, ¿la acepta toda como la Palabra inspirada de Dios? ¿Realmente le ha enseñado a usted de ella? Usted puede averiguarlo rápidamente aplicando esta prueba sencilla: ¿Puede usted dirigirse a la Biblia y mostrarle a otra persona las respuestas a las preguntas del párrafo anterior?
Además, ¿tolera su religión a clérigos que no aceptan la Biblia como la Palabra de Dios? ¿Defiende su propio clérigo la Biblia contra estos enemigos de la Palabra de Dios que aumentan en todas las iglesias de la cristiandad? La Biblia advierte: “Un poco de levadura hace fermentar toda la masa.” (Gál. 5:9) Una manzana podrida, si no se quita, echa a perder todas las demás de la caja. Pero los sistemas eclesiásticos no han quitado de sus filas a los clérigos que rebajan el valor de la Biblia; más bien, a éstos se les sigue aceptando. Es por eso que las iglesias están tan cabalmente infectadas de enseñanzas impías.
Pagando el precio
La Biblia también advierte: “Cualquier cosa que el hombre esté sembrando, esto también segará.” (Gál. 6:7) El clero ha sembrado falta de respeto a la Biblia y a su Autor, Jehová Dios. Su cosecha no puede ser buena.
El clero ya está segando algo de esa cosecha: gran confusión en las iglesias; miembros de las iglesias que salen por decenas de miles; disminución veloz en la matrícula de seminarios y órdenes religiosas; sacerdotes, ministros y monjas que renuncian en cantidades que establecen marcas.
Puesto que el clero dice que ya no debe confiarse en la Biblia y hasta pone en tela de juicio la creencia en la existencia de Dios, ahora lógicamente muchas personas se preguntan para qué necesitan al clero. En consecuencia, ¡el clero ha sembrado las semillas de su propia destrucción! Como dijo el Evening Post de Lancashire, Inglaterra, del 12 de noviembre de 1969:
“La autoridad perdida del púlpito así como el menos respeto a las declaraciones que hacían los ministros eclesiásticos se debían principalmente al menos respeto a la Biblia, alegó el Rdo. Frank Ockenden, ministro superintendente del Circuito Metodista de Garstang.
“En su boletín informativo mensual, dice: ‘Habiéndoseles dicho por tantos cuyo puesto exige que enseñen que la Biblia es la palabra de Dios que no lo es, se ha destruido una autoridad para la cual no hay sustituto.’ . . .
“El resultado ha sido una pérdida desastrosa de confianza en la religión cristiana y un abandono de las normas cristianas de comportamiento moral.”
El futuro
Sin embargo, no crea que el futuro de las iglesias solo será una disminución continua de miembros y clérigos. Es cierto que es probable que eso continúe cobrando velocidad en los siguientes pocos años. Pero algo mucho más serio que eso les espera.
Jesucristo dijo: “Un árbol bueno no puede dar fruto inservible, tampoco puede un árbol podrido producir fruto excelente. Todo árbol que no produce fruto excelente llega a ser cortado y echado al fuego.”—Mat. 7:17-19.
¿Qué clase de “fruto” está produciendo el clero? Puesto que están apartando de Dios y de su Palabra a la gente, la respuesta verídica debe ser que están produciendo “fruto inservible.” ¿Qué clase de “árbol” dijo Jesús que produce esa clase de fruto? Un “árbol podrido.” ¿Qué le pasará a esa clase de “árbol”? “Llega a ser cortado y echado al fuego.”
No se equivoque. El clero de la cristiandad NO está sirviendo a Dios en la actualidad. NO constituyen sus representantes. A ellos Jehová dice en realidad: “Yo mismo no los envié ni les di orden. Así es que de ninguna manera aprovecharán a este pueblo.” (Jer. 23:32) Pregúntese: Si Dios estuviera con las iglesias, ¿estarían en tal confusión hoy? El Organizador del fantástico universo de miles de millones de estrellas y planetas... ¿no podría organizar las iglesias si fueran suyas? Su mismísima condición es prueba de que Dios no está con ellas, porque “Dios no es Dios de desorden, sino de paz.”—1 Cor. 14:33.
¿Cuál, entonces, es el juicio de Dios para las iglesias? Hablando de toda la religión falsa como si fuese una ramera, dice la Biblia: “En un solo día vendrán sus plagas, muerte y lamento y hambre, y será quemada por completo con fuego, porque fuerte es Jehová Dios que la juzgó.” (Rev. 18:8) Fuerzas destructoras “harán que quede devastada y desnuda, y se comerán sus carnes y la quemarán por completo con fuego.”—Rev. 17:16.
Ese juicio de Dios librará a la Tierra para siempre de las iglesias y de los clérigos que apartan a la gente de la adoración correcta de Dios: “Nunca volverá a ser hallada.” (Rev. 18:21) Entonces, Dios dirigirá su atención al resto de este mundo inicuo, incluso a los otros que odian a Dios y su Palabra. La Biblia claramente muestra que su fin también se acerca, pues la destrucción de la religión falsa llega precisamente antes de que Dios destruya al resto de este inicuo sistema de cosas.—Rev. 19:17-21.
De modo que el significado verdadero de lo que sucede en las iglesias es que estamos muy cerca del tiempo en que “el mundo va pasando y también su deseo, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.”—1 Juan 2:17.
Por lo tanto, el hacer la voluntad de Dios en estos días es asunto de vida o muerte para todos nosotros. Por eso es urgente que usted examine ahora su relación con Dios. Nada de lo que usted haga en los siguientes pocos años será más importante que eso. Le es necesario averiguar si su manera de adorar es la que Dios aprueba, porque usted podría estar relacionado con una religión que Dios ha abandonando a la destrucción.


¿Promoción de pornografía por las iglesias?

La Junta Metodista de Discipulado emitió una resolución en la que se declaraba que 10 películas destinadas a dar consejo sobre asuntos sexuales podían continuar usándose para auditorios limitados. Pero un miembro disidente de la Junta hizo el siguiente comentario: “Ni las películas, ni los foros [para dar consejo sobre el sexo], tenían base bíblica. Las películas muestran a hombres y mujeres en el acto de masturbarse, y también muestran la homosexualidad masculina y femenina. Cada una de estas películas era completamente explícita... iba desde el punto de desvestirse hasta el del orgasmo.” Ted McIlvenna, ministro metodista de San Francisco que hizo la mayoría de las películas, las defendió, haciendo notar que “las filmaron y produjeron ministros metodistas.” Se dice que durante siete años aproximadamente 73.000 personas habían visto estas películas explícitas.

¿Puede protegerse de la delincuencia?



“Normalmente, cuando regresaba a casa de noche, mis amigos me acompañaban para que no caminara sola. Pero un día me sentía tan cansada que decidí irme en taxi.
”En lugar de dirigirse a mi casa, el taxista me llevó a un lugar abandonado y trató de violarme. Grité con todas mis fuerzas y se detuvo. Cuando lo intentó de nuevo, volví a gritar y salí corriendo.
”Antes me preguntaba si servía de algo gritar. Ahora puedo decir que sí ayuda.” (KARIN)
En muchos lugares, la delincuencia es un peligro constante. Por ejemplo, un juez dijo sobre su país: “La cuestión no es si uno será víctima de la delincuencia, sino cuándo lo será. Esa es la triste realidad”. En otros lugares puede que el problema no esté tan extendido. Aun así, no debemos confiarnos, pues nos haríamos vulnerables.
Prescindiendo de si la criminalidad es alta o baja en su zona, ¿puede hacer algo para protegerse usted y también a los suyos? Claro que sí. Este principio bíblico le será muy útil: “El prudente ve el peligro y lo evita; el imprudente sigue adelante y sufre el daño” (Proverbios 22:3, Dios habla hoy, 2002). Eso es precisamente lo que aconseja la policía: tomar medidas preventivas, es decir, evitar situaciones peligrosas.
La delincuencia no solo ocasiona daños físicos y pérdidas materiales. A muchas personas también les deja cicatrices emocionales. De ahí la importancia de hacer todo lo razonablemente posible para protegernos. Con ese objetivo presente, veamos las medidas que usted puede tomar para no caer víctima de cuatro tipos de delito: asalto, agresión sexual, ciberdelito y robo de identidad.
ASALTO
¿Qué significa? Se entiende por asalto la acción de amenazar o atacar a alguien para robarle.
¿Qué efectos tiene? Tras una serie de robos a mano armada en Gran Bretaña, una fiscal comentó que, si bien las víctimas no habían sufrido ningún daño físico, todas experimentaban angustia. Y añadió: “Varias se quejaban de continua ansiedad y problemas para dormir [...], y casi todas dijeron que la experiencia había afectado mucho su vida laboral”.
¿Qué puede hacer usted?
Manténgase atento. Los ladrones son oportunistas. Buscan a los que están desprevenidos. Mire a las personas que lo estén observando, manténgase atento a lo que ocurre a su alrededor y no permita que el alcohol o las drogas emboten sus sentidos o le nublen el juicio. “A la persona que bebe o se droga le cuesta más pensar con claridad y evaluar si una situación es peligrosa”, dice una enciclopedia de salud.
Proteja sus bienes. Cierre bien su vehículo y las puertas y ventanas de su casa. No deje entrar nunca a extraños. Mantenga sus objetos de valor fuera de la vista; no los exhiba. “La sabiduría está con los modestos”, dice Proverbios 11:2. Los ladrones —adultos y hasta niños— suelen centrarse en los que hacen ostentación de joyas y dispositivos electrónicos costosos.
Pida consejo. “El camino del tonto es recto a sus propios ojos, pero el que escucha el consejo es sabio.” (Proverbios 12:15.) Si está de viaje, pregunte a las autoridades u otras personas confiables del lugar. Ellas le podrán indicar los sitios peligrosos y cómo evitar que le roben.
AGRESIÓN SEXUAL
¿Qué significa? La agresión sexual abarca la violación y todo tipo de contacto sexual para el que se recurre a las amenazas, la fuerza o la intimidación.
¿Qué efectos tiene? “Lo peor es que no solo te afecta mientras sufres la agresión —explica una mujer que fue violada—. Te persigue y te obsesiona por mucho tiempo, y te cambia por completo la visión de la vida. También cambia la vida de tus seres queridos.” Y algo que no hay que olvidar nunca es que la culpa no es de la víctima, sino del agresor.
¿Qué puede hacer usted?
Guíese por su intuición. “Si un lugar o una persona la hace sentir incómoda, márchese —aconseja un departamento de policía de Carolina del Norte (EE.UU.)—. No deje que nadie la convenza para que se quede si su instinto le dicta lo contrario.”
Muestre una actitud decidida; no vaya distraída. Los depredadores sexuales van a la caza de los desprevenidos y los vulnerables. Así que camine con decisión y manténgase alerta.
Reaccione de inmediato. Grite (Deuteronomio 22:25-27). Utilice el factor sorpresa para huir o defenderse. Y, de ser posible, corra hasta un lugar seguro y llame a la policía.
CIBERDELITO
¿Qué significa? Se refiere al delito cometido a través de Internet, como evasión de impuestos, fraude contra la asistencia pública, fraude con tarjetas de crédito y falta de entrega de artículos pagados. También abarca timos como inversiones y subastas en línea fraudulentas.
¿Qué efectos tiene? El ciberdelito les cuesta a las víctimas —y a la sociedad en conjunto— miles de millones de dólares. Por citar un caso, Sandra recibió un mensaje electrónico que parecía de su banco en el que le pedían que actualizara sus datos personales. Minutos después de enviarlos vio horrorizada que habían transferido 4.000 dólares de su cuenta a un banco extranjero. La habían estafado.
¿Qué puede hacer usted?
Sea cauteloso. No se deje engañar por páginas de Internet que aparentan ser legítimas. Las instituciones financieras serias no le van a pedir información confidencial por Internet. Antes de comprar o invertir en línea, averigüe la reputación de la empresa. “El incauto cree todo lo que le dicen, pero el prudente vigila sus pasos” (Proverbios 14:15, El Libro del Pueblo de Dios). Y vaya con cuidado al tratar con empresas localizadas en el extranjero. Si surge algún problema, será más difícil resolverlo.
Analice la empresa y su política de venta. Pregúntese: “¿Cuál es la dirección física? ¿Es correcto y está vigente el teléfono? ¿Tendrá mi compra costos ocultos? ¿Cuándo recibiré el pedido? ¿Podré devolverlo? ¿Me reintegrarán el dinero?”.
Desconfíe si la oferta parece demasiado buena para ser verdad. Los ambiciosos y los que quieren conseguir algo a cambio de nada son el blanco preferido de los ladrones cibernéticos. El anzuelo puede ser la promesa de ganar mucho dinero con poco trabajo, recibir un préstamo o una tarjeta de crédito aunque no se califique para ello u obtener grandes beneficios de inversiones de “bajo riesgo”. “Tómese el tiempo de examinar cualquier oferta de inversión que reciba —dice la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos—. Cuanto mayores son los beneficios prometidos, mayor es el riesgo. No realice ninguna inversión hasta que esté seguro de que es legítima, por mucho que lo presionen.”
ROBO DE IDENTIDAD
¿Qué significa? Es la acción de obtener y utilizar información personal de alguien para cometer fraude u otros delitos.
¿Qué efectos tiene? El ladrón puede usar su identidad para obtener tarjetas de crédito o préstamos, o para abrir nuevas cuentas. Luego acumula deudas a su nombre. Y aunque usted logre que se las cancelen, su reputación financiera puede quedar arruinada por años. “Perder la reputación financiera te trastorna la vida entera, es peor que si te robaran dinero”, dice una víctima.
¿Qué puede hacer usted?
Proteja su información confidencial. Si realiza operaciones bancarias o compras por Internet, cambie con frecuencia sus contraseñas, especialmente si ha utilizado una computadora pública. Como ya mencionamos, desconfíe de los mensajes que le soliciten información confidencial.
Los ladrones de identidad no roban solo a través de la Red. Tratan por todos los medios de conseguir documentos importantes como estados de cuenta, chequeras, tarjetas de crédito y números de seguro social. Así que guárdelos en un lugar seguro. Y antes de desecharlos, tritúrelos. Por supuesto, si cree que ha perdido algún documento o que se lo han robado, infórmelo de inmediato.
Revise los movimientos de sus cuentas. “La concientización es un arma efectiva contra el robo de identidad”, dice la Comisión Federal de Comercio, y añade: “La pronta detección de un posible robo de identidad puede ser crucial”. Por tanto, revise sus cuentas con frecuencia y mire si hay alguna transacción fuera de lo corriente. De ser posible, pida una copia de su informe de crédito a una agencia confiable y vea qué cuentas bancarias y tarjetas de crédito están vinculadas a su nombre.
De más está decir que en este mundo no se puede garantizar nada. Hasta los más precavidos han sido víctimas del delito. Pero seguir los sabios consejos de la Biblia siempre nos ayudará. “Si amas a la sabiduría [divina] y nunca la abandonas, ella te cuidará y te protegerá.” (Proverbios 4:6, Traducción en lenguaje actual.) Y no solo eso, la Biblia promete que la delincuencia desaparecerá.
Pronto acabará la delincuencia
¿Por qué podemos estar seguros de que Dios pondrá fin a esta plaga? Lea los siguientes pasajes:
Dios desea acabar con la delincuencia. “Yo, Jehová, [...] odio el robo junto con la injusticia.” (Isaías 61:8.)
Tiene el poder de acabar con la delincuencia. “Él es inmensamente fuerte y justo.” (Job 37:23, Dios habla hoy.)
Ha prometido exterminar a los malvados y proteger a los justos. “Los malhechores mismos serán cortados [de raíz].” “Los justos mismos poseerán la tierra, y residirán para siempre sobre ella.” (Salmo 37:9, 29.)
Ha prometido a sus siervos leales un nuevo mundo de paz. “Los mansos mismos poseerán la tierra, y verdaderamente hallarán su deleite exquisito en la abundancia de paz.” (Salmo 37:11.)
¿Lo han emocionado estos pasajes? En ese caso, dedique un poco de tiempo a examinar la Biblia a fin de aprender más sobre el propósito de Dios para la humanidad. No existe otro libro que contenga tantos y tan sabios consejos. Y ningún otro libro nos ofrece una esperanza confiable de ver un futuro sin delincuencia.