Breve historia de los testigos de Jehová en Cuba

Cuba tiene una historia interesante como país católico. Allá en 1918 las buenas nuevas del reino de Jehová Dios llegaron a este país. La primera congregación fue organizada en 1922, y hubo una asamblea a la cual asistieron 100 personas en Palma Soriano, Oriente. La predicación de las buenas nuevas continuó progresando constantemente, y para 1944 fue posible enviar algunos graduados de la Escuela de Galaad de la Watchtower a Cuba. Para el fin de aquel año había 1.260 Testigos. La obra creció constantemente, y para 1959 había 12.140 testigos de Jehová en la isla, y veintidós misioneros. Entonces vino un cambio de gobierno, y por algunos años no hubo dificultades particulares. No obstante, finalmente se impuso un alto a la importación de toda la literatura y se hizo detener la impresión local. Pero la obra de dar el testimonio acerca del reino de Dios continuó en hogares privados por medio de la obra de estudios bíblicos. Aumentaron las presiones contra la predicación del reino de Dios, y muchos Salones del Reino fueron cerrados y algunos quemados, pero todavía el ministerio continuó. Hoy hay muchos más testigos de Jehová en Cuba que allá en 1965. En aquel tiempo había 18.078 trabajadores regulares. Desde 1959 a 1965 el número de Testigos creció de 12.000 a 18.000. Prescindiendo de lo que sean las dificultades en un país, el cristiano verdadero y vivo va a predicar y enseñar y mantenerse fuertemente asido de la vida.

Los testigos de Jehová de Cuba han disfrutado últimamente de más libertad para desempeñar su ministerio, lo que les ha permitido comunicar las buenas nuevas del Reino de Dios a otras personas. Aunque su obra aún no está reconocida oficialmente ni legalizada, se les ha autorizado el uso de sus anteriores oficinas, y han celebrado reuniones religiosas más libremente, hasta el punto de que han llevado a cabo asambleas pequeñas. También se les ha concedido permiso para imprimir revistas. Rebosantes de alegría y entusiasmo por estos acontecimientos recientes, los Testigos prosiguen su obra de predicar, decididos a dar a conocer el mensaje esperanzador de la Biblia.