martes, 24 de marzo de 2015

RELATOS DE TESTIGOS DE JEHOVÁ EN LA CUBA DEL 1970




Jehová nos ha bendecido maravillosamente. En comparación con el año pasado, tuvimos un aumento en todo rasgo de la obra. No es que haya habido menos oposición contra el ministerio, pero el pueblo de Jehová está resuelto a dar a saber las buenas nuevas mientras todavía hay tiempo.
Hasta los esfuerzos para detener el esparcimiento de la verdad han resultado en lo contrario de lo que se esperaba. A los Testigos se les ha advertido que no deben predicar a otros, y cuando se ha hallado a algunos predicando los han puesto en prisión Pero, ¿cuál ha sido el resultado? Hasta en la prisión los hermanos continúan hablando acerca de la verdad, y como resultado más personas llegan a ser Testigos. Cuando los funcionarios tratan de asustar a los que muestran interés en el mensaje, eso solo aumenta su interés, y los que son verdaderas “ovejas” aprecian más la verdad. De modo que con frecuencia hallamos que la oposición ayuda más bien que estorba el esparcimiento del mensaje del Reino. Cada uno de nosotros está consciente de su responsabilidad ante Jehová. Y sabemos que estemos libres o en la cárcel, o si se nos golpea, patea o hasta mata por las buenas nuevas o por tener estudios bíblicos en nuestros hogares, todavía tendremos una recompensa segura de parte de Jehová.
Se hacen ataques continuos contra el ministerio de los testigos de Jehová en un esfuerzo por apartar a la gente de la verdad. Los periódicos y programas de televisión con frecuencia presentan artículos y programas en que pintan a los Testigos como cobardes o inmorales, personas que no están interesadas en el progreso y que no cooperan con el adelanto del país. Pero sabemos que todo esto está muy lejos de ser la verdad y que el pueblo de Jehová tiene un maravilloso privilegio de ayudar a las personas sinceras a hallar la única esperanza verdadera para la humanidad, que es el reino de Dios. El equipo de imprimir de la Sociedad fue confiscado durante el año, y ahora los hogares de los hermanos están siendo invadidos en un esfuerzo por apoderarse de las ayudas para el estudio de la Biblia que son propiedad personal de los hermanos. Pero Jehová puede encargarse de que su pueblo consiga el alimento espiritual que necesita al tiempo debido a pesar de todos esos esfuerzos.
Una Testigo le habló a una señora que estaba muy desanimada por las condiciones mundiales. No podía entender por qué había tanta iniquidad. Oraba constantemente, pero no estaba satisfecha y no sentía felicidad. De modo que la Testigo le leyó el texto de Juan 17:3 y le mostró cómo estudiar la Biblia. Ella respondió que sabía que los testigos de Jehová no creían en los “santos” y dijo que no podía abandonar su creencia en los “santos” porque era una misión que le había dejado su madre. La hermana le mostró que Dios tiene el derecho de decirnos cómo quiere que le adoremos, mostrándole Juan 4:24. Se le dio énfasis a la importancia de tener conocimiento de la verdad, para ayudarla a ver si lo que ella creía era correcto y agradaba a Dios. Aquella misma noche la señora comenzó a leer la Biblia. Todas las noches la leía y leía el libro Paraíso. Después de una semana confesó que no había ofrecido flores ni oraciones a los “santos” desde la última visita y que hasta sus vecinos se habían sorprendido. Esa semana vino al discurso público y a la reunión de servicio con su familia.
En el siguiente estudio la señora explicó que había llegado al punto de hacerse una santa. Para eso ella hubiera tenido que pagar muchísimo dinero; siempre tendría que estar vestida de blanco con collares de diferentes colores alrededor del cuello, y ofrecer sacrificios animales. Pero ahora se preguntaba qué hacer. De modo que la hermana le mostró lo que la Biblia decía acerca de aquellas cosas y cómo podría ser agradable a Jehová. Como resultado de esto, la señora limpió su casa de dos cubos llenos de imágenes babilónicas y ahora habla acerca de la verdad a otros. Sus hijas también están mostrando interés en la verdad. Ella ha perdido algunos de sus amigos mundanos, pero se alegra ahora de tener un hogar verdaderamente cristiano. Según comentó la hermana que hizo la visita: “Ahora puedo ver cómo los ángeles guían nuestros pasos para hallar a las ‘ovejas.’”


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