domingo, 22 de marzo de 2015

Cristianos cubanos perseveran fielmente


Durante 1980 más de 100.000 refugiados cubanos entraron en los Estados Unidos. Entre éstos hubo unos 3.000 testigos de Jehová, a muchos de los cuales se les hizo salir de Cuba a la fuerza. ¿Por qué?
Esto se hizo como parte de la persecución religiosa que los testigos de Jehová han estado experimentando en Cuba. Conforme a las instrucciones de Jesucristo, los testigos de Jehová abogan por el reino de Dios y proclaman que éste ofrece la única esperanza en cuanto a resolver los problemas de la humanidad. (Mat. 24:14; 28:19, 20) Al gobierno cubano no le gustó esto, y por lo tanto hizo la vida difícil para los Testigos. Pero a pesar de persecución que a veces era brutal, los cristianos cubanos perseveraron fielmente.
Un Testigo refugiado relató que se le desnudó, se le envolvió en alambre de púas y se le dejó encima de una azotea como alimento para los mosquitos. Cuando los mosquitos le picaban, él se encogía, de modo que el alambre de púas le rasgaba la piel. Él tenía muchas cicatrices como recuerdo de aquella penosa experiencia. A otros Testigos se les metió en hoyos llenos de excremento humano, y se les dejó allí por días sin alimento.
Una anciana de 89 años de edad estuvo sirviendo por 40 años allá en Cuba como proclamadora del Reino en servicio de tiempo completo. Encorvada ya por la edad, ella iba por todas partes cojeando con su bastón, y valerosamente hablaba acerca del reino de Dios a toda persona. Funcionarios uniformados le dijeron despectivamente: “Vieja, ¿no sabe que se le puede meter en prisión por lo que está haciendo?”
Ella respondió sin temor: “Estoy demasiado vieja ahora; no les sirvo para nada en la prisión de todos modos.” Así que la dejaron tranquila, y ella continuó predicando abiertamente en las calles.
Los jóvenes también aguantaron fielmente las pruebas que se impusieron a su fe. Los refugiados relataronn acerca de un joven cubano que acababa de empezar a ir a la escuela. Su maestra le pidió que se pusiera en el cuello el pañuelo que llevaba la insignia triangular. Este se usaba en Cuba para simbolizar que se daba apoyo al Estado. Pero el joven Testigo explicó a su maestra que no podía usar aquel símbolo patriótico, pues es adorador de Jehová Dios.
La profesora trató en vano de persuadir al muchacho a ponerse el pañuelo. Frustrada, salió a la calle y llamó a un policía para pedirle que persuadiera al joven a cambiar de idea. El policía sacó el revólver, lo apuntó a la cabeza del muchacho, y le dijo que se pusiera el pañuelo... o sufriera las consecuencias. Unos segundos después el muchacho levantó la vista y preguntó: “¿Por qué no dispara? Yo no voy a usarlo.” Atónito, el policía se marchó del salón.
Además de encerrar a muchos Testigos en prisiones y campos de concentración, el gobierno  restringió la distribución de literatura bíblica, y de la Biblia misma. Una Testigo de entre los refugiados informó que donde ella vivía había solamente un ejemplar de la Biblia Traducción del Nuevo Mundo para todo el pueblo. El ejemplar estaba enterrado en cierto lugar que únicamente los Testigos conocían. En ese pueblo, cuando se obtenía un ejemplar de literatura bíblica, niñitos de edad tan tierna como la de nueve años hacían copias a mano. Así, hasta los jovencitos aprendieron bien las verdades bíblicas gracias a la tarea de hacer tantas copias.
Una refugiada joven relató que cierta noche recibió un ejemplar del libro “Tu juventud... aprovechándola de la mejor manera.” Temprano la mañana siguiente otra Testigo habría de venir a buscar el libro. Para entonces, la muchacha había terminado de leerlo y había hecho apuntes. De esta manera, otras personas del pueblo pudieron beneficiarse de la información. Al escuchar a la refugiada relatar esta experiencia, un Testigo de Miami dijo: “A veces nosotros no desplegamos el aprecio a las verdades bíblicas que estos hermanos han mostrado.”
Durante aquellos meses se presentó patrocinador para todo Testigo refugiado y todos tuvieron dónde vivir. Muchos Testigos estadounidenses abrieron sus hogares para proveer alojamiento a aquellos compañeros cristianos a quienes nunca antes habían visto... ciertamente una manifestación del amor que Cristo dijo que identificaría a sus verdaderos discípulos.
Los funcionarios de los campamentos de refugiados notaron el contraste entre los Testigos y otros refugiados. En el campamento que se estableció en el estadio Orange Bowl de la ciudad de Miami se preguntó a los funcionarios si sabían que había Testigos refugiados allí, a lo cual respondieron: “¡Claro! Son las personas de mejor comportamiento aquí.”
Verdaderamente la fe de los cristianos cubanos fue una inspiración para sus hermanos de todo lugar. Podemos esperar que leeremos más acerca de su fiel perseverancia.


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