Durante 1980 más de 100.000 refugiados
cubanos entraron en los Estados Unidos. Entre éstos hubo unos 3.000 testigos de
Jehová, a muchos de los cuales se les hizo salir de Cuba a la fuerza. ¿Por qué?
Esto se hizo como parte de la persecución
religiosa que los testigos de Jehová han estado experimentando en Cuba.
Conforme a las instrucciones de Jesucristo, los testigos de Jehová abogan por
el reino de Dios y proclaman que éste ofrece la única esperanza en cuanto a
resolver los problemas de la humanidad. (Mat. 24:14; 28:19, 20) Al gobierno
cubano no le gustó esto, y por lo tanto hizo la vida difícil para los Testigos.
Pero a pesar de persecución que a veces era brutal, los cristianos cubanos
perseveraron fielmente.
Un Testigo refugiado relató que se le
desnudó, se le envolvió en alambre de púas y se le dejó encima de una azotea
como alimento para los mosquitos. Cuando los mosquitos le picaban, él se
encogía, de modo que el alambre de púas le rasgaba la piel. Él tenía muchas
cicatrices como recuerdo de aquella penosa experiencia. A otros Testigos se les
metió en hoyos llenos de excremento humano, y se les dejó allí por días sin
alimento.
Una anciana de 89 años de edad estuvo
sirviendo por 40 años allá en Cuba como proclamadora del Reino en servicio de
tiempo completo. Encorvada ya por la edad, ella iba por todas partes cojeando
con su bastón, y valerosamente hablaba acerca del reino de Dios a toda persona.
Funcionarios uniformados le dijeron despectivamente: “Vieja, ¿no sabe que se le
puede meter en prisión por lo que está haciendo?”
Ella respondió sin temor: “Estoy demasiado
vieja ahora; no les sirvo para nada en la prisión de todos modos.” Así que la
dejaron tranquila, y ella continuó predicando abiertamente en las calles.
Los jóvenes también aguantaron fielmente las
pruebas que se impusieron a su fe. Los refugiados relataronn acerca de un joven
cubano que acababa de empezar a ir a la escuela. Su maestra le pidió que se
pusiera en el cuello el pañuelo que llevaba la insignia triangular. Este se usaba
en Cuba para simbolizar que se daba apoyo al Estado. Pero el joven Testigo
explicó a su maestra que no podía usar aquel símbolo patriótico, pues es
adorador de Jehová Dios.
La profesora trató en vano de persuadir al
muchacho a ponerse el pañuelo. Frustrada, salió a la calle y llamó a un policía
para pedirle que persuadiera al joven a cambiar de idea. El policía sacó el
revólver, lo apuntó a la cabeza del muchacho, y le dijo que se pusiera el
pañuelo... o sufriera las consecuencias. Unos segundos después el muchacho
levantó la vista y preguntó: “¿Por qué no dispara? Yo no voy a usarlo.”
Atónito, el policía se marchó del salón.
Además de encerrar a muchos Testigos en
prisiones y campos de concentración, el gobierno restringió la distribución de literatura
bíblica, y de la Biblia misma. Una Testigo de entre los refugiados informó que
donde ella vivía había solamente un ejemplar de la Biblia Traducción del Nuevo
Mundo para todo el pueblo. El ejemplar estaba enterrado en cierto lugar que
únicamente los Testigos conocían. En ese pueblo, cuando se obtenía un ejemplar
de literatura bíblica, niñitos de edad tan tierna como la de nueve años hacían
copias a mano. Así, hasta los jovencitos aprendieron bien las verdades bíblicas
gracias a la tarea de hacer tantas copias.
Una refugiada joven relató que cierta noche
recibió un ejemplar del libro “Tu juventud... aprovechándola de la mejor
manera.” Temprano la mañana siguiente otra Testigo habría de venir a buscar el
libro. Para entonces, la muchacha había terminado de leerlo y había hecho
apuntes. De esta manera, otras personas del pueblo pudieron beneficiarse de la
información. Al escuchar a la refugiada relatar esta experiencia, un Testigo de
Miami dijo: “A veces nosotros no desplegamos el aprecio a las verdades bíblicas
que estos hermanos han mostrado.”
Durante aquellos meses se presentó
patrocinador para todo Testigo refugiado y todos tuvieron dónde vivir. Muchos
Testigos estadounidenses abrieron sus hogares para proveer alojamiento a aquellos
compañeros cristianos a quienes nunca antes habían visto... ciertamente una
manifestación del amor que Cristo dijo que identificaría a sus verdaderos
discípulos.
Los funcionarios de los campamentos de
refugiados notaron el contraste entre los Testigos y otros refugiados. En el
campamento que se estableció en el estadio Orange Bowl de la ciudad de Miami se
preguntó a los funcionarios si sabían que había Testigos refugiados allí, a lo
cual respondieron: “¡Claro! Son las personas de mejor comportamiento aquí.”
Verdaderamente la fe de los cristianos
cubanos fue una inspiración para sus hermanos de todo lugar. Podemos esperar
que leeremos más acerca de su fiel perseverancia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario