A principios de 1980, un grupo de cubanos en
un camión irrumpió en la Embajada del Perú en La Habana. Estaban procurando
asilo para, con el tiempo, salir del país. Poco después el gobierno cubano
anunció que cualesquier otras personas que desearan irse al Perú podían hacerlo.
En dos días, más de 10.000 personas atestaron
los terrenos de la embajada con la esperanza de salir de Cuba. En cuestión de
semanas el asunto se había convertido en noticia internacional, a medida que se
permitió salir a decenas de miles más. Hacia tan solo los Estados Unidos
salieron alrededor de 120.000 personas.
El problema de los refugiados cubanos no es
nuevo. Por años muchos centenares de miles han huido hacia otros países. Entre
los países que han permitido la entrada de los refugiados están Bolivia,
Colombia, Costa Rica, Ecuador, Perú, España, los Estados Unidos y Venezuela.
Otras naciones también han indicado que están dispuestas a recibir a estos
refugiados.
¿Por qué se van de
Cuba?
¿Por qué salieron de Cuba estos refugiados?
Hay una gran variedad de razones. Muchos pensaban que podían hallar un mejor
modo de vida en otro país. Otros se hallaban en dificultades por no estar de
acuerdo con las normas del régimen en el poder y huyeron del país para escapar
de los problemas que les vinieron.
Además, en 1980 el gobierno cubano decidió
aprovechar la oportunidad para deshacerse, en gran escala, de muchas personas a
quienes consideraba indeseables. Por ejemplo, después que hubo comenzado el
éxodo de refugiados ciertos criminales fueron sacados de las cárceles y
obligados a meterse en los botes para refugiados y salir del país. Otros a
quienes se consideraba peligrosos por razones políticas tuvieron la misma
experiencia. A algunos homosexuales reconocidos también se les obligó a salir.
Otra clase de refugiados
Sin embargo, entre los refugiados que
salieron de Cuba en 1980 se encontraban unos 3.000 que fueron obligados a salir
por una razón diferente. El periódico News-Times de York, Nebraska,
informa sobre esto diciendo: “Junto con los grupos de criminales y homosexuales
a cuya llegada a los Estados Unidos en los botes cubanos se ha dado tanta
publicidad hay otro grupo al que no se ha dado tanta publicidad, y cuyo único
delito es que continuaron adorando a Dios a su manera a pesar de que su secta
había sido proscrita cinco años antes.”
El News-Times identificó a este grupo
como testigos de Jehová. Añadió: “Los testigos de Jehová han sufrido
anteriormente bajo otras dictaduras por negarse a tomar las armas y participar
en el gobierno en el poder, cosas que su fe les impide hacer. En la Alemania de
Hitler, los Testigos fueron a las cámaras de gas junto con los judíos y otros
‘indeseables.’”
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